CIELO NEGRO. (MANUEL MUR OTI, 1951).

MUR OTI & MANUEL BERENGUER. CINE ESCRITO CON M. VOL.II.

Cielo negro fue tal vez la más sutil de las seis maravillosas obras surgidas del poderoso duo formado por Manuel Mur Oti y el excepcional director de fotografía Manuel Berenguer. Hablo de sutileza en un solo sentido: aquel que oculta el ataque mimetizando el verdadero significado de la película con el entorno del enemigo.

Cielo negro. (Intercontinental Films. 1951).
Cielo negro. (Intercontinental Films. 1951).

La narrativa de Mur Oti es tan genial como injustamente desconocida en general; la pericia, sensibilidad y vanguardia técnica de Berenguer, también. Cielo negro no solo no es una excepción, sino que ha tenido que cargar con un lastre adicional, una de sus armas para camuflarse ante la censura, se volvió irónicamente en su contra en lo que al juicio popular y su lugar en la historia se refiere.

La segunda película llevada a cabo por el magnífico duo se alimentó de la misma fuente de la que beberían todos aquellos grandes títulos que permanecieron ajenos al policíaco y el noir: el neorrealismo.

Susana Canales e Inés Pérez Indarte. (Cielo negro. Intercontinental Films. 1951).
Susana Canales e Inés Pérez Indarte. (Cielo negro. Intercontinental Films. 1951).

Sin embargo, su apariencia dócil y maneras afectadas y teatralizadas, la sitúan injustamente más cerca de la producción acartonada y sensiblera, que de su verdadero espíritu inconformista. En pleno 1951, el cielo pintado por Mur Oti y Berenguer, era mucho más negro de lo que se podía atisbar a -en su pleno significado- simple vista.

Cielo negro es una película sólida, y sin embargo puede dividirse en dos partes bien diferenciadas, especialmente en lo que a la forma se refiere.

En la primera parte de la historia, Mur Oti presenta a los personajes de una forma completamente clásica, más cercana al serial radiofónico y la tragedia de opereta que a la verdadera naturaleza de la película. Llevando el mito de La cenicienta a su terreno, Mur Oti camufla su colmillo  tras un dócil costumbrismo.

Emilia, (Susana Canales), es una modesta empleada de una pretenciosa y superficial casa de modas; malvive como puede con su madre enferma en una zona marginal y empobrecida de la ciudad.

Enamorada de  Ricardo Fortuny, (Luis Prendes), un bohemio -más canalla que bondadoso- que en realidad solo aspira a conseguir un puesto mejor y marcharse lejos, logra mediante su insistencia una cita con él para asistir a una verbena, pero al no tener ningún vestido que ponerse para la ocasión, convence a una de sus compañeras para sacarlo de la tienda, utilizarlo y devolverlo al día siguiente sin que nadie se entere.

Susana Canales. (Cielo negro. Intercontinental Films. 1951).
Susana Canales. (Cielo negro. Intercontinental Films. 1951).

Durante la cita, en la que Mur Oti muestra claramente la verdadera situación de cada personaje, la sutilidad narrativa se hace especialmente patente, pues la inocencia infantil de la protagonista y el tono cercano al melodrama barato, no son más que caricaturas con las que Mur Oti se burla del modelo social -especialmente el femenino- imperante en aquellos días, y por otra parte, no muy distante en los actuales.

Esa sutileza, ese engaño por parte del autor para evidenciar la estupidez de la censura y todo aquel entramado social, muestra en un hábil trasfondo la verdad, la triste y desesperada resignación del personaje interpretado por la siempre magnífica -incluso en la parte más dócil y afectada de la película- Susana Canales.

Esos escasos minutos de felicidad que ella menciona incesantemente durante la cita -un breve espacio de tiempo al que él no concede ningún valor; al contrario, le resulta un compromiso incómodo e impuesto por alguien a quien ve como una niña- sirven a Mur Oti para revertir la imagen pueril de Emilia y su situación y conducta vitales.

Se trata de una vagabunda emocional, un ser ingenuo no por bondad, sino por necesidad de unos escasos minutos de felicidad, por ese efímero y cruel lapso de tiempo en el que -aun sabiendo que no tiene futuro- olvida su pasado y su presente.

Esa noche, entre las lúgubres luces de las viejas barracas que animan la modesta verbena, Emilia oculta el dolor tras su reiterada exclamación: “¡Setenta y cinco minutos de felicidad. Es toda la que he tenido nunca!”

Mientras, ajeno a sus sentimientos y centrado solo en eludir el compromiso y afrontar su próspero futuro, Ricardo desvía la atención de Emilia hacia los fuegos artificiales que iluminan como improvisadas y efímeras estrellas el cielo negro.

Susana Canales. (Cielo negro. Intercontinental Films. 1951).
Susana Canales. (Cielo negro. Intercontinental Films. 1951).
Susana Canales. (Cielo negro. Intercontinental Films. 1951).
Susana Canales. (Cielo negro. Intercontinental Films. 1951).

Un cielo negro del que cae una lluvia tan cruel como inesperada, una lluvia que separa a la pareja -ya para siempre aun que ninguno de los dos lo sepa en ese momento- y destruye los sueños ingenuos e imposibles de Emilia, que regresa a su hogar con el vestido robado tan destrozado por la realidad como su espíritu infantil con el que Mur Oti ataca la verdadera naturaleza del mundo. La dócil farsa con la que la película se camufla, es dura como la lluvia que cae como la realidad sobre la fantasía.

Pero eso no es todo, la segunda parte de la película aguarda su turno sin piedad.

CIELO NEGRO.

LA LLUVIA SOBRE SUSANA CANALES.

Tras la ruptura de sus sueños, Mur Oti desata la pesadilla sobre el personaje interpretado por Susana Canales; mediante un breve intervalo entre las dos partes de la película, el mito de La cenicienta se hace especialmente visible.

Tras su fallido acercamiento a la felicidad, el fracaso de su cita y la pérdida de sus trabajo, sus antiguas compañeras -mediante las que Mur Oti representa y ataca la maldad- urden un plan para burlarse de Emilia -un personaje que de forma nada casual, oculta su mirada en repetidas ocasiones- después veremos el motivo.

Susana Canales. (Cielo negro. Intercontinental Films. 1951).
Susana Canales. (Cielo negro. Intercontinental Films. 1951).
Susana Canales. (Cielo negro. Intercontinental Films. 1951).
Susana Canales. (Cielo negro. Intercontinental Films. 1951).
Susana Canales. (Cielo negro. Intercontinental Films. 1951).
Susana Canales. (Cielo negro. Intercontinental Films. 1951).

Dicho plan trae a la película a Fernando Rey en la piel de Ángel -un poeta hambriento y sucio que mendiga a través de su ingenio y talento alguna limosna que le permita engañar a su estómago- mediante este personaje, Mur Oti pone en juego una nueva serie de caricaturas que satirizan las conductas sociales de aquel momento en concreto y la historia en general.

El plan es cruel, superficial y sencillo. El hambriento y miserable poeta -a través del cual Mur Oti introduce el desprecio aristocrático y social hacia los artistas, aparte de meter en el juego la figura de Cyrano– debe suplantar la identidad de Fortuny mediante cartas escritas a instancias de su antigua novia -y ex-compañera de la desdichada Emilia- haciéndole creer en una propuesta formal de matrimonio a formalizar en un próximo viaje.

Así, mientras el velo dócil y demasiado afectado con el que Mur Oti ocultó sus intenciones durante el primer tramo de la película cae lentamente, el espectador observa la dureza con la que la película trata a Emilia, víctima -inocente por última vez- de los malvados personajes que la engañan y la maltratan.

Una vez descubierto el juego, el poeta se retira negándose a continuar con la tortura gratuita -para sorpresa y desagrado de aquellos que creen tener todo siempre bajo el control de su voluntad -Mur Oti no abandona la crítica en ningún momento- y Emilia conoce tres verdades absolutamente trascendentales que cambian por completo la forma de la película.

Su madre morirá sin remisión, el compromiso por parte de Fortuny no llegará jamás porque nunca existió, y el destino, frío y negro como ese cielo que nunca le dará tregua ni consuelo, le reserva una ceguera que se hará patente mucho más pronto que tarde.

Susana Canales. (Cielo negro. Intercontinental Films. 1951).
Susana Canales. (Cielo negro. Intercontinental Films. 1951).

Ante la muerte, la burla y su trágico porvenir, Emilia y la película alcanzan un punto de inflexión en el que Mur Oti y Susana Canales abandonan definitivamente toda sutileza. Las formas se invierten y el dócil melodrama sale a campo abierto abandonando el camuflaje.

Desde ese momento, Canales cambia la ingenuidad por furia y contención, y Mur Oti abandona el drama y el neorrealismo para -amparado en las sombras de Berenguer- aproximar la película a las formas expresionistas.

Susana Canales. (Cielo negro. Intercontinental Films. 1951).
Susana Canales. (Cielo negro. Intercontinental Films. 1951).
Susana Canales. (Cielo negro. Intercontinental Films. 1951).
Susana Canales. (Cielo negro. Intercontinental Films. 1951).
Susana Canales. (Cielo negro. Intercontinental Films. 1951).
Cielo negro. (Intercontinental Films. 1951).

El último tramo de la película es terrible y poderoso. Canales se multiplica por mil, obliga al desconcertado y vencido poeta a llevar su farsa hasta el final, hasta las puertas de la muerte de su madre, y ella misma -ensombrecida por Mur Oti y Berenguer- se transforma en su propio fantasma, sus rasgos se endurecen, su determinación se vuelve temible y todo lo que vemos se convierte en un milagro de la narrativa, la interpretación y la técnica al servicio del cine.

Superada ya toda farsa imaginable para eludir censuras, Canales abre fuego y sale a vérselas con una de las lluvias más elocuentes, bonitas y salvajes que el cine ha retratado jamás.

Mediante un travelling antológico -del que, obviamente, la mismísima obra maestra Ascensor para el cadalso es deudora- el maravilloso cine de Mur Oti, Berenguer y Susana Canales lo vuela todo por los aires, sin trucos ni miedo. Sin tregua ni complejos.

Susana Canales. (Cielo negro. Intercontinental Films. 1951).
Susana Canales. (Cielo negro. Intercontinental Films. 1951).
Susana Canales. (Cielo negro. Intercontinental Films. 1951).
Susana Canales. (Cielo negro. Intercontinental Films. 1951).
Susana Canales. (Cielo negro. Intercontinental Films. 1951).
Susana Canales. (Cielo negro. Intercontinental Films. 1951).

Antes de llegar al final en el que Mur Oti vuelve a camuflarse para reírse de dios a la cara, el diablo que posee al cine camina firme, con el rostro impenetrable de Susana Canales desafiando a un duelo al sol, bajo la lluvia más bonita y salvaje que ha caído de ese cielo negro asomado a una tierra gris, sucia, cruel y peligrosa.

La forma inicial de Cielo negro es un truco, el cine que hay debajo es invencible y brutal.

Como la desolación de la que habla.

https://ver.flixole.com/watch/7e5a8862-506b-4c77-a270-eca36b801bc6

Feliz viaje de vuelta hacia la noche. #SHADOWSRULES

David Salgado.

©24 sombras por segundo. Enero de 2022.

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