LA MANO DEL DIABLO. (MAURICE TOURNEUR, 1943).

MAURICE,

QUE NO JACQUES, TOURNEUR.

Antes de entrar de lleno en la maravillosa y olvidada película del gran Maurice Tourneur, La mano del diablo, hagamos una breve y justa presentación.

La mano del diablo. (Continental Films. 1943.)
La mano del diablo. (Continental Films. 1943).

Si menciono a Jacques Tourneur, o para ser más exacto, si mento a sus hijos, El halcón y la flecha, Retorno al pasado, El hombre leopardo y muy especialmente, La noche del demonio, Yo anduve con un zombie y La mujer pantera, a los amantes de este invento llamado cine les goteará el colmillo. Y con razón.

Pero la razón se basa en la memoria, y la memoria requiere investigación, descubrimiento, reconocimiento y gratitud. Y así, siendo justos, podemos comprobar cómo simultáneamente a los días de gloria de Jacques Tourneur, un tipo que estaba allí cuando se inventó el cine, llevó a cabo una de sus últimas películas.

Una película de la que todos en general y su hijo Jacques en concreto, aprendimos y debemos aprender. Ese tipo, Maurice Tourneur, el abuelo de La mujer pantera, el mismo año en el que su hijo anduvo con un zombie, nos enseñó que ocultaba La mano del diablo.

En 1943, Maurice Tourneur había dejado muy lejos los días en los que el cine y su correspondiente industria se inventaban. América y su idiosincrasia eran recuerdos lejanos, y en la Francia ocupada, sin recursos y con el talento propio de los grandes maestros, Tourneur, como el poeta sutil y sensible que era, como un pintor cinematográfico, mezcló en su paleta un montón de cosas para realizar una película única.

LA MANO DEL DIABLO. EL DEMONIO BURLÓN. LA PARTE POR EL TODO DE MAURICE TOURNEUR.

La mano del diablo comienza reconociendo su origen sin trampas ni complejos. Los personajes reunidos en la cabaña perdida en las montañas bajo la influencia del invierno y la irrupción repentina del personaje que propiciará la historia, nos llevan directamente a James Whale y su maravillosa «The Old Dark House

La mano del diablo. (Continental Films. 1943.)
La mano del diablo. (Continental Films. 1943).
La mano del diablo. (Continental Films. 1943.)
La mano del diablo. (Continental Films. 1943).

Sin embargo, la similitud entre los personajes interpretados por Charles Laughton y Pierre Fresnay termina justo ahí, al inicio de la película.

Whale y Tourneur mantendrán a lo largo de sus películas una característica común, la propuesta basada en el universo de Agatha Christie, el misterio que un grupo de personas encerradas en un lugar y una situación deben resolver a través de un narrador que los introduce en un embrollo totalmente ajeno a sus vidas.

Ahí termina el camino común, Whale llevaría su película por los caminos del misterio, Tourneur llevaría la suya por un sendero mucho más indirecto. Y es que el diablo tiene mano para estas cosas, para desviar nuestra atención, y Tourneur, a esas alturas de una de sus últimas películas, lo mismo sabía por viejo que por diablo.

La mano del diablo es un prodigio, el paradigma de la parte por el todo, una miscelánea perfectamente conectada: Fausto, Agatha Christie, las sombras expresionistas, los espacios abiertos al estilo de Jean Renoir, las relaciones entre los personajes propias del Noir americano, intercaladas con un estilo claramente francés que nos mete de lleno en el cine de Jacques Becker, y ante todo los teatrales, tenebristas y románticos lienzos de fondo con los que Tourneur pinta su poesía cinematográfica.

La mano del diablo. (Continental Films. 1943.)
La mano del diablo. (Continental Films. 1943).

Unos fondos que nos sumergen en un cuento onírico propio de Jean Cocteau, Lotte Reiniger o Karel Zenam. Y todo esto con un estilo y autoría propias. De todas las partes, Tourneur enfrenta al espectador a un todo maravilloso, y especialmente, propio.

La mano del diablo. (Continental Films. 1943.)
La mano del diablo. (Continental Films. 1943).

Pero eso no es todo, en el aspecto narrativo, Tourneur hace dos cosas: adelanta a nivel visual la jugadas maestras de la icónica pieza de la serie B, El carnaval de las almas —de hecho, la película se distribuyó en América bajo el nombre de Carnival of Sinnersy de la todopoderosa pieza maestra de Buñuel, El ángel exterminador.

La mano del diablo. (Continental Films. 1943.)
La mano del diablo. (Continental Films. 1943).

No contento con eso, Tourneur también obra un milagro, un milagro sutil y tremendamente satírico materializado en el personaje del diablo. El contrapunto al que Tourneur nos somete es asombroso.

Por una lado, el aspecto fantasmal está presente en la mano, la maldición, el cuento de terror, las sombras proyectadas en las paredes… pero al mismo tiempo, el diablo revestido de hombrecillo, de notario, escribano, banquero, acreedor… El diablo con las formas sutiles de un tipo corriente, un hombre gris, enjuto y ladino del que nadie sospecha y con el que todos contraemos una deuda que debemos pagar.

La mano del diablo. (Continental Films. 1943.)
La mano del diablo. (Continental Films. 1943).

Tourneur, como un boticario propio del teatro isabelino, prepara un brebaje compuesto por leyendas ancestrales y el mal del siglo XX, y de la mano de ese hombrecillo gris con bombín y cartera de piel, de la mano del diablo, el espectador bebe y cae abatido por los efectos del hechizo.

La mano del diablo. (Continental Films. 1943.)
La mano del diablo. (Continental Films. 1943).

Pero el espectador revivirá, y cuando despierte lo único que debe hacer es recordar que Maurice Tourneur es uno de los tipos que inventaron el cine, un viejo maestro con maneras que siempre nos descubren nuevos trucos.

Tal y como hace el diablo.

Feliz viaje de vuelta hacia la noche. #SHADOWSRULES

https://www.filmin.es/pelicula/la-mano-del-diablo

David Salgado.

©24 sombras por segundo. Junio 2021.

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