LA NOVIA DE FRANKENSTEIN. (JAMES WHALE, 1935).

JAMES WHALE.

EL HOMBRE Y LOS MONSTRUOS.

James Whale alcanzó la que para mí es la cima de la era de la Universal con La novia de Frankenstein. Pero no solo creo que sea la cima de los estudios más famosos del mundo, creo que también lo es —junto a otras películas— del cine de terror.

La novia de Frankenstein. (Universal Pictures. 1935).
La novia de Frankenstein. (Universal Pictures. 1935).

Esta película estará siempre en las retinas, la memoria universal y —espero que así sea— en los archivos de los estudios Universal. ¿Por qué, en mi opinión, es y debería ser siempre así? Porque la película se basa en uno de mis personajes femeninos favoritos: la novia de Frankenstein en la piel de Elsa Lanchester.

Antes de crear el mito femenino del terror por excelencia y uno de los iconos culturales más reconocibles de la historia, James Whale utilizó su talento, sensibilidad, sentido del humor y espectáculo, e iniciativa vanguardistas para crear un mundo de dioses y monstruos que nadie —ni siquiera dentro del mundo de la Universal— podría igualar jamás.

Solo en la primera mitad de la década de los 30, Whale creó a partir de las letras universales de Mary Shelley, J.B. Priestley y H.G Welles tres mitos mundiales y una película algo olvidada pero igualmente magnífica.

En 1931, a partir de Shelley, Whale hizo de El monstruo del Dr. Frankenstein un icono cultural. En 1932, filmó desde las páginas de Priestley la inteligente y maravillosa The old dark house. En 1933, una de las cumbres del gigantesco H.G. Welles se mostró al mundo mediante la incisiva El hombre invisible.

Finalmente, en el meridiano de aquella década prodigiosa del terror y cine basado en la literatura del tenebroso siglo XIX, llegó la cima definitiva del terror de la Universal y el icono visual del siglo XX por antonomasia. La novia de Frankenstein.

LA NOVIA DE FRANKENSTEIN. POETAS MALDITOS, LA NOVIA, HOMBRES, DIOSES Y MONSTRUOS. 

La cima que alcanzó James Whale se basa en una historia que solo podía empezar como lo hizo: el año en el que no hubo verano, los muros de Villa Diodati protegieron a Lord Byron, Percy Shelley, John Polidori y Mary Shelley de la tormenta, y allí, a salvo de la oscuridad, los dioses crearon a los monstruos que habrían de dibujar las sombras del siguiente siglo.

La novia de Frankenstein. (Universal Pictures. 1935).
La novia de Frankenstein. (Universal Pictures. 1935).

Diodati albergó tras sus muros los versos de aquellos poetas malditos. Palabras, ideas y actitudes que pretendían arrojar luz sobre la oscuridad. El hombre crea al dios que da vida a la humanidad y ambos se desafían cuando el hombre roba el arma con el que dios lo había sometido, la muerte cambia de manos y dios cae en manos de su creación, de su creador.

Los muros de Diodati asistieron al desafío definitivo.

Un siglo después, James Whale se había hecho con los secretos del cine, y con aquel poder en sus manos filmó los versos de aquellos poetas malditos, escupió a la cara de dios y sus siervos y esquivó con la habilidad de las mentes que trazan los caminos todos los obstáculos que la censura pondría ante él.

La novia de Frankenstein. (Universal Pictures. 1935).
La novia de Frankenstein. (Universal Pictures. 1935).
La novia de Frankenstein. (Universal Pictures. 1935).
La novia de Frankenstein. (Universal Pictures. 1935).

La novia de Frankenstein fue para la Universal una secuela millonaria, y el último pilar en el que sustentar un imperio que caería poco después, pero a Whale —más allá de lo obvio— todo aquello le traía sin cuidado.

Para su creador, la novia del monstruo fue la llave para filmar al fin lo que la tormenta sin fin que oscureció el mundo alumbró al mismo tiempo en la mente de Mary Shelley. Frankenstein —su adaptación completa— fue la película que Whale realmente quería hacer cuando ya había renunciado al monstruo, y esa película llegó de manos de la novia. A través de aquella criatura, Whale disparó en todas direcciones al tiempo que le daba a la Universal su mito más rentable e inmortal.

El poeta era libre, y apoyándose en los maravillosos personajes de la novia y el Dr. Pretorius, clavó el colmillo que tan bien goteaba en la yugular de dios y sus criaturas. La relación entre Pretorius (ese Mefistófeles homosexual) y el doctor Frankenstein es tan abiertamente erótica como lo serían las posteriores tramas de Tennessee Williams.

La novia de Frankenstein. (Universal Pictures. 1935).
La novia de Frankenstein. (Universal Pictures. 1935).
La novia de Frankenstein. (Universal Pictures. 1935).
La novia de Frankenstein. (Universal Pictures. 1935).

El desafío al dios cristiano es continuo, hábil y narrativamente impecable y eficaz. La especie de crucifixión del monstruo, el derribo de la estatua del obispo en lugar de la de Cristo, y el que la protagonista principal y más poderosa sea una mujer, son golpes con los que Whale derriba todas las barreras sin que aquellos que tratan de impedírselo se enteren siquiera de lo que ocurre.

La novia de Frankenstein. (Universal Pictures. 1935).
La novia de Frankenstein. (Universal Pictures. 1935).

Eso nos cuenta especialmente la secuencia que hoy ensalzo —dejo un enlace a pie de texto— aquí, Whale se rebela contra todo. Dios crea humanos que se vuelven dioses que derrotan a dios y crean criaturas que a su vez derrotan a sus creadores.

Whale cambia todo de sitio para situar a cada uno en su lugar, todo el mundo actúa conforme a su naturaleza.

Los monstruos humanos solo se mueven en base a la destrucción, los nuevos dioses asisten indefensos a la muerte a la que las recién nacidas criaturas están a punto de condenarlos.

El humano huye con los suyos, la novia ruge como la criatura indomable y poderosa que es, y el monstruo, ya a medio camino de adoptar la imagen y semejanza de su creador, recurre por última vez a su naturaleza, poniendo todo en su lugar.

La novia de Frankenstein. (Universal Pictures. 1935).
La novia de Frankenstein. (Universal Pictures. 1935).

<<Pertenecemos a los muertos>> será su frase lapidaria.

Whale manda a Pretorius, la novia y el monstruo al infierno.

Después, el espectador brinda con los poetas malditos de Diodati por un mundo de dioses y monstruos.

Feliz viaje de vuelta hacia la noche. #SHADOWSRULES

Enlace a la secuencia:https://www.youtube.com/watch?v=o1Izq-E3o7Y

Película disponible: https://m.ok.ru/video/1799690586741

David Salgado.

©24 sombras por segundo. Junio 2021.

 

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