GLORIA. (JOHN CASSAVETES, 1980).

GLORIA.

THE ROWLANDS CONNECTION. 

Gloria fue una de las películas del maravilloso binomio formado por John Cassavetes y Gena Rowlands a las que más le costó encontrar su lugar, incluso entre los adeptos al gran jefe del cine independiente estadounidense.

Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).

Esta ruta suicida por la jungla de asfalto tuvo en el momento de su nacimiento unan serie de dificultades espacio-temporales, aunque debo decir que personalmente no concuerdo con ninguna. Esta película —con sus trabas incluidas— me parece fascinante.

Pero la realidad fue dura para el tramo final del héroe del cine independiente y su musa de mirada frágil y salvaje. Gloria se anticipó demasiado como para ocupar un espacio en el nuevo cine negro, y llegó tarde para pertenecer a la época que le corresponde: la del supercine norteamericano de los setenta.

Gloria es una película literalmente fronteriza. Rodada en 1980, desborda por todas partes el espíritu del Thriller estadounidense que durante los setenta retrató la ciudad norteamericana (ya fuese Nueva York u otra de sus grandes urbes el modelo de inspiración).

Cassavetes compone su propia balada acerca de la mole de cristal, contaminación, cemento y asfalto, y pone la ciudad a los pies de Gena Rowlands. Ambos son los dueños indiscutibles de la película, sí, pero también es innegable la conexión entre Gloria y las poesías decadentes y desesperadas que, como una suerte de nuevas páginas del gótico sureño adaptado a las ciudades monstruosas, compusieron Scorsese, Friedkin, Pakula, Lumet, Coppola y compañía.

Así, de aquellos bajos fondos humeantes y apenas iluminados por mortecinas luces artificiales, surge el asfalto que Gena Rowlands recorre con furia y a toda velocidad en esta pieza independiente compuesta de partes de cine negro, comedia, Thriller, Road Movie

Gloria muestra la ciudad sin anestesia, tal y como la vieron los ojos de la década a la que su espíritu pertenece.

DISPÁRALE A LOS TACONES.

LA REINA DE LA CIUDAD. 

Gloria a Gena Rowlands.

Esa bien podría haber sido la frase que actuase simultáneamente como resumen y eslogan de una película que sirve a Cassavetes para ofrecer diferentes panorámicas de Nueva York —diurnas, nocturnas, a ras de suelo, desde el aire, exteriores, interiores o subterráneas— pero siempre desde una mirada gris, sucia y con un marcado todo desesperado. Se mire por donde se mire, la ciudad oculta en todo momento el ensueño.

Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).

Sin embargo, Cassavetes no resulta tan duro a la hora de expandir el retrato de la ciudad a la trama. Gloria no respira el mismo aire denso y viciado que emana de la violencia de la década anterior; los golpes de los antagonistas resultan aquí mucho más dóciles que en el pasado inmediato del Thriller, o que en los lejanos días del viejo Noir.

Gloria no es una película dócil, el paso firme de Rowlands en su tour de force es indudable —además de la base que sustenta la película— pero sus enemigos y el motivo de su huida no resultan tan sólidos como cabría esperar. De hecho, estos son los puntos que los detractores de la película suelen utilizar como argumento.

Pero trabas y argumentos en contra aparte, estamos ante una película de John Cassavetes filmada para mayor gloria de Gena Rowlands. Es decir, estamos ante una película fascinante.

Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).

Sobre el papel, no hay nada nuevo. Gloria Swenson (Gena Rowlands) —el guiño a la diva del cine mudo resucitada para su último esplendor en Sunset Boulevard es obvio—, vive lo más alejada posible de la sombra que arroja su pasado como (ex) pareja de un Gángster del que ha conseguido alejarse, reuniendo algún dinero que le permita afrontar el resto de su vida con relativa estabilidad.

Su vecino, Jack Dawn (Buck Henry), un contable de la mafia que ha delatado a varios de sus miembros teme ser asesinado junto a su familia, por lo que entrega a su hijo pequeño Phil Dawn (John Adames) a Gloria, junto con un libro de contabilidad que revela las actividades delictivas de la organización y que, en las manos adecuadas, podría salvar la vida del niño, cuya fortuita aparición ha puesto de nuevo a Gloria en el punto de mira.

Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).

La nueva situación bien podría haber cedido la fuerza de la película a los tintes melifluos de una comedia prolongada gratuitamente en base a la relación entre el niño y su nueva protectora. Y si bien es cierto que —junto a unos antagonistas demasiado insustanciales— la pésima interpretación de John Adames debilita la trama, también lo es que las concesiones a la comedia no resultan edulcoradas en absoluto, pues todo el peso emocional y dramático de la historia recae (Cassavetes es un director grandioso que siempre supo lo que hacía, irregularidades aparte) en Gena Rowlands.

Y Gena Rowlands, la reina de la ciudad a la fuga en esta magnífica película que conjuga sensibilidad, la proporción exacta de comedia, y toda la furia y determinación imaginables, es una actriz descomunal capaz de cargar todo el peso del mundo sobre su mirada frágil, triste y salvaje.

Gloria corre frenéticamente en una Road Movie sobre los tacones invencibles de Rowlands, ahora protagonista involuntaria de su odisea definitiva. Portando en una mano la vida de un niño y en la otra el arma que los separa de la muerte que dispara sobre esos tacones que recorren todos los interiores y exteriores de la ciudad que siempre está en ruinas pero nunca muere. Como la protagonista y musa eterna del cine negro, del Thriller, de las miles de historias sobre Nueva York que se han contado.

Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).
Gloria. (Columbia Pictures, 1980).

Esta carrera por la ciudad del cine tiene baches, es cierto. Pero una crónica de Nueva York en la que la el rostro de Gena Rowlands señala el camino de huida para mayor gloria de John Cassavetes, es una película maravillosa.

Gloria a Gena Rowlands. Gloria a John Cassavetes.

https://www.filmin.es/pelicula/gloria

Feliz viaje de vuelta hacia la noche. #SHADOWSRULES

David Salgado.

©24 sombras por segundo. Junio 2024.

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