LA PARRA. (ALBERTO GRACIA, 2024).

LA PARRA. CRÓNICAS DE UNA CIUDAD FANTASMA.

No es habitual que el cine español ampare películas como La parra —ni desde el punto de vista de la producción ni desde la óptica del público—, por eso la última obra de Alberto Gracia tiene ese valor añadido: la valentía ante el posible vacío tras terminar la película.

La parra. (Filmika Galaika S.L. Tasio. 2024).
La parra. (Filmika Galaika S.L. Tasio. 2024).

Precisamente sobre el vacío versa esta crónica de una ciudad llena de fantasmas y carente por completo de vidas que vayan más allá de la sucesión de días idénticos. Al vacío se arroja el protagonista que da comienzo a la historia, y en la nada, en la ausencia total de cualquier posibilidad viven el resto de personajes. Tal vez por eso Gracia elimina un personaje y lo recupera de forma insólita (se diría que soñada, si estos personajes pudiesen soñar), para que nada cambie en este recorrido hacia el fin.

VIDAS EN ESPIRAL. UN ULISES DE IDA, OTRO DE VUELTA.

Tan faltos de vías de escape están los personajes de la película que el primer tramo del camino se oculta tras la visión subjetiva de un grupo de ciegos que ascienden a la cima de una montaña. Allí —según Cosme, su guía (interpretado por el propio Alberto Gracia)—, una voz lanzó hace tiempo un grito de auxilio, tal vez una advertencia: <<Xa morro (ya muero en castellano)>>, dijo.

Aquella voz sufrió una metamorfosis, se convirtió en una historia que dio nombre al monte: Chamorro. En la cima del monte, el guía se asoma a un precipicio, desaparece de la vista del espectador y abandona a los invidentes a su suerte. El viento mece los árboles y una extraña fuerza reclama la vida del guía. Por un momento —y de forma totalmente subjetiva— no pude evitar pensar en la presencia invisible del poder que se cierne sobre Picnic at Hanging Rock (Peter Weir, 1975).

Así comienza una historia que niega toda posibilidad de escape de una ciudad fantasma (Ferrol en este caso) y muestra una serie de identidades que se pierden y reaparecen en Damián (Alfonso Míguez), que abandona el Madrid al que huyó en busca de una suerte tan esquiva como para reducir su vida a un resignado acto de supervivencia. Damián deambula y agota sus escasas posibilidades (que incluyen la participación en un inverosímil concurso de televisión) mientras las paredes de la habitación que no puede pagar se cierran sobre él.

En ese momento, el tiempo de su padre se agota y el espacio del que procede reclama su regreso. Como la tierra de la que Ulises partió en su odisea y a la que siempre estuvo condenado a regresar. Todo va y viene sin avanzar en La parra, como el mar que cerca la tierra, como la espiral que dibuja las vidas de sus protagonistas.

La parra. (Filmika Galaika S.L. Tasio. 2024).
La parra. (Filmika Galaika S.L. Tasio. 2024).
La parra. (Filmika Galaika S.L. Tasio. 2024).
La parra. (Filmika Galaika S.L. Tasio. 2024).

Damián vuelve a Ferrol por la muerte de su padre, cambia la habitación y la deriva de Madrid por el cuarto que ocupaba Cosme en una destartalada pensión llamada La parra, habitada por una suerte de herederos de aquellos Freaks de Tod Browning que también podrían figurar en las filas de los arrabales descritos por Matteo Garrone en Dogman (2018), o los sueños malsanos de David Lynch.

Los habitantes de una ciudad fantasma de la que nadie puede salir, perdidos en la rutina de sus reuniones a la mesa y sus soledades al borde de la cama. Damián pierde su identidad a ojos de los habitantes de su recién recuperado mundo, pues ellos no ven en él a otro que no sea Cosme. Inicialmente, Damián se resiste a la pérdida de su identidad de la misma forma en que parece hacerlo todo: observando en silencio y sin apenas mostrar reacciones.

La resignación y la tristeza de Damián parecen un don hierático que Alfonso Míguez —un actor de dotes extrañas y fascinantes— interpreta en la que contemplo como la mayor virtud de la película, de hecho no logro imaginar a su personaje en otra piel.

La parra. (Filmika Galaika S.L. Tasio. 2024).
La parra. (Filmika Galaika S.L. Tasio. 2024).
La parra. (Filmika Galaika S.L. Tasio. 2024).
La parra. (Filmika Galaika S.L. Tasio. 2024).
La parra. (Filmika Galaika S.L. Tasio. 2024).
La parra. (Filmika Galaika S.L. Tasio. 2024).
La parra. (Filmika Galaika S.L. Tasio. 2024).
La parra. (Filmika Galaika S.L. Tasio. 2024).

Todo se deteriora lentamente y en silencio a su alrededor. Los techos y paredes de La parra, los cuerpos de sus habitantes, la memoria de su padre al que el mar devuelve a la tierra que nadie puede abandonar… hasta la identidad de Damián, que ha cambiado la deriva a la que iba en Madrid por extrañas aventuras en la noche de una ciudad fantasma cercada por el mar y sobre la que jamás parece dejar de llover, y ahora camina sin mostrar emociones en sus rasgos, como una de las estatuas de la ciudad a las que todo les resulta indiferente.

No irán a ninguna parte. No saldrán de esta Ítaca maldita y extraña. Él tampoco.

La parra. (Filmika Galaika S.L. Tasio. 2024).
La parra. (Filmika Galaika S.L. Tasio. 2024).
La parra. (Filmika Galaika S.L. Tasio. 2024).
La parra. (Filmika Galaika S.L. Tasio. 2024).
La parra. (Filmika Galaika S.L. Tasio. 2024).
La parra. (Filmika Galaika S.L. Tasio. 2024).

Ferrol se pudre en esta película. Como un cementerio gigante que alberga una extraña posibilidad de reencarnación, o un extravagante caso de doble (o incluso triple) identidad. Damián regresa a ocupar el lugar de su padre, y los desamparados ven a Cosme en su rostro —un rostro que parece haber sido esculpido para observar—, como si fuesen incapaces de asumir una derrota más, una nueva pérdida en un lugar en el no ocurre nada y al que todos regresan. Damián, los invidentes… todos vuelven.

<<En Ferrol no hay nada>> dice una de las protagonistas de la parte documental y realista de la película, que sirve de sustrato a la fantasía que Gracia pretende crear. El fondo de La parra y su juego de espejos que niegan la identidad me parece lo mejor (junto a la interpretación de Alfonso Míguez) de la película.

Este fondo sin asideros, posibilidades, tiempo ni espacio me resultó muy interesante, pero lamentablemente (para mí, esto es completamente subjetivo) no logré entrar en la forma. Si las ideas, el halo fantástico y la mayor parte de las interpretaciones sí me convencieron, me perdí en la deriva en que la película cae en ciertos momentos, como si ella misma fuese víctima del laberinto que dibuja y no encontrase el camino a seguir. Pero, insisto, esto no implica un error por parte de quien ha asumido un riesgo admirable, se trata simplemente de mis propias sensaciones.

La parra me parece un desafío a celebrar con un desarrollo que no siempre he logrado seguir con el mismo entusiasmo, y por eso no me parece la magnífica película que podría ser.

Pero eso no importa, lo que importa es que estos artefactos suicidas puedan tener vida.

https://www.youtube.com/watch?v=MfHfw0eSwRU&ab_channel=BeginAgainFilms

Feliz viaje de vuelta hacia la noche. #SHADOWSRULES

David Salgado.

©24 sombras por segundo. Enero 2025.

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