TAXI DRIVER. (MARTIN SCORSESE, 1976).

NEW YORK, DIRTY NEW YORK.

SCHRADER, SCORSESE & CHAPMAN.

Solo en la secuencia de apertura de Taxi driver, Martin Scorsese nos lo cuenta prácticamente todo, en fondo y forma.

Taxi driver. (Columbia Pictures. 1976).
Taxi driver. (Columbia Pictures. 1976).

El taxi es el arma de un ángel exterminador, voyeur, sonámbulo y enfermizo que el guion de Paul Schrader le regaló a Scorsese y a la humanidad. Una humanidad a la que él y su alter ego Travis (Robert de Niro), tanto odiaban en aquel momento. Un taxi mimetizado con el hastío y la confusión de su conductor y la sociedad norteamericana del momento, avanza envuelto en el aliento insano de la protagonista de la película: la ciudad.

Una ciudad con la que Travis quiere acabar y que observa como un cazador a través de la lluvia con la que espera limpiar de mierda las calles por las que se mueve, una lluvia que junto a su mentalidad enfermiza diluye y difumina las luces de la ciudad ante sus ojos y reafirma su papel de vengador.

Una ciudad recorrida y retratada por la fotografía decadente y sucia de Michael Chapman, acorde con los dictados de Scorsese y Schrader. Dictados que son los fieles reflejos de las costumbres de una sociedad asqueada por la enésima crisis económica, la falta de perspectiva y futuro, la delincuencia y una suciedad física y emocional que se ve reflejada en la basura y el crimen en las calles constantemente húmedas. Y es que Travis no es más que otro miembro de una sociedad enferma, egoísta y terriblemente incomunicativa.

Martin Scorsese. (Taxi driver. Columbia Pictures. 1976.)
Taxi driver. (Columbia Pictures. 1976.)
Robert de Niro. (Taxi driver. Columbia Pictures. 1976.)
Taxi driver. (Columbia Pictures. 1976).

Sin embargo, no todo es oscuridad en el recorrido desesperado de Travis; si bien gran parte del peso de la película es mérito de Schrader, la película es obra de Scorsese, un tipo que ya en aquel momento había forjado el lenguaje que lo convirtió en un autor tan reconocible como imprescindible.

Scorsese es un maestro que controla absolutamente todos los aspectos de las películas, profundizando en sus personajes hasta el más íntimo detalle. Así, establece dos asideros que se suceden en la película, dos generaciones de la única luz que puede salvar a Travis de la sucia oscuridad en la que vive.

A la luz del día, lejos de la contaminación que envuelve la cuidad en un aliento nocturno, Travis conoce a Betsy (Cybill Shepherd), una mujer que parece habitar mundos saneados, en la cara opuesta del universo que el taxista conoce, pero que —irónicamente— deposita su energía, sus esperanzas y su idea de un mundo decente en la política y la rutina diseñada a medida.

Tras el acercamiento inicial, y la muy intencionada incursión de Scorsese en los gustos cinematográficos sociales norteamericanos de la época, inclinados hacia el cine pornográfico (especialmente el de origen escandinavo), la enfermiza incapacidad de Travis para comunicarse, colisiona con la pretendida moralidad de Betsy, y se produce el cisma. Travis seguirá su camino adentrándose en el mal sucio, caluroso y nocturno, para —como una suerte de agente infiltrado— erradicar el crimen.

Por su parte, Betsy continuará con su lucha inmersa en el corazón de las tinieblas políticas —también en auge el la sociedad y el cine norteamericano de los años setenta—, Scorsese los divide, y al mismo tiempo los mantiene a los dos como una especie de cautivos del mal.

Cybill Shepherd y Robert de Niro. (Taxi driver. Columbia Pictures. 1976.)
Taxi driver. (Columbia Pictures. 1976).
Cybill Shepherd. (Taxi driver. Columbia Pictures. 1976.)
Taxi driver. (Columbia Pictures. 1976).
Jodie Foster. (Taxi driver. Columbia Pictures. 1976.)
Taxi driver. (Columbia Pictures. 1976).

Esto demuestra que Taxi driver no solo es una de las mejores películas de uno de los referentes de la historia del cine, es una de las cimas en lo que a narrativa visual y representación de un guion se refiere. En este sentido, en las lecturas acerca del significado de los personajes y la luz que pudiendo hacerlo no salva a Travis, pero sí traza su destino, Scorsese releva la generación y el hábitat del asidero de Travis, pasando de Betsy y su universo diurno y oficial a un retorno a la oscuridad y el ecosistema de la calle.

Así, Travis pasa de una mujer a otra. Betsy da paso a Iris (Jodie Foster), la pequeña prostituta en manos de Sport (Harvey Keitel), que supone el relevo generacional en la misión de Travis, y un punto de inflexión de la película y el viaje sin retorno a la oscuridad en la que la fotografía de Chapman, densa y sucia, muestra la ciudad bajo una lluvia espesa, agobiante y calurosa, pero también muestra que los desagradables gustos de Travis y su inestable y extraña conducta son el estado mental general de una sociedad y una ciudad sumidas en el delirio.

Taxi driver. (Columbia Pictures. 1976).
Taxi driver. (Columbia Pictures. 1976).
Taxi driver. (Columbia Pictures. 1976).
Taxi driver. (Columbia Pictures. 1976).
Taxi driver. (Columbia Pictures. 1976).
Taxi driver. (Columbia Pictures. 1976).

TAXI DRIVER.

LA CARRERA SIN RETORNO.

Durante el recorrido que supone la película, la ciudad invierte los roles, pero mantiene su condición. Mientras observa a Travis, le permite ver su interior abiertamente: un infierno inhóspito, frío y fantasmal, a pesar de sus tentadoras luces cálidas que proyectan las sombras deformadas por la lluvia de quienes deambulan por sus calles más parecidas a pasillos decadentes de burdeles olvidados, que a lugares de tránsito público.

Harvey Keitel y Robert de Niro. (Taxi driver. Columbia Pictures. 1976.)
Taxi driver. (Columbia Pictures. 1976).
Jodie Foster y Robert de Niro. (Taxi driver. Columbia Pictures. 1976.)
Taxi driver. (Columbia Pictures. 1976).
Taxi driver. (Columbia Pictures. 1976).
Taxi driver. (Columbia Pictures. 1976).
Taxi driver. (Columbia Pictures. 1976.)
Taxi driver. (Columbia Pictures. 1976).

Travis observa la ciudad mientras intenta salvarla y salvarse a sí mismo, pero la ciudad lo vigila constantemente, lo atrapa y lo convierte en uno más de esos fantasmas diluidos en una capa de suciedad, de la basura existencial que pretende limpiar.

Por si todo esto fuese poco y volviendo al inicio, Scorsese toma el mando del guion de Schrader y juega su mejor carta: Hitchcock.

La juega por partida doble, además, pues el maestro inglés no sólo está presente en toda la película a nivel visual. También oímos como Scorsese se sirve de Bernard Herrmann para enseñarnos como suena esa ciudad podrida hasta la médula.

Robert de Niro. (Taxi driver. Columbia Pictures. 1976.)
Taxi driver. (Columbia Pictures. 1976).
Robert de Niro. (Taxi driver. Columbia Pictures. 1976.)
Taxi driver. (Columbia Pictures. 1976).
Robert de Niro. (Taxi driver. Columbia Pictures. 1976.)
Taxi driver. (Columbia Pictures. 1976).
Robert de Niro. (Taxi driver. Columbia Pictures. 1976.)
Taxi driver. (Columbia Pictures. 1976).

Y para rematar la jugada que apuesta por la presencia del gigante británico, Scorsese, el bambino del Bronx, hábil y más listo que mil hijos de perra, recurre a Marnie la ladrona, transfigurándola en el rostro de Robert de Niro bajo el rojo de todas las obsesiones imaginables. Obsesiones que lo conducen al centro mismo del infierno, donde fracasarán todos sus planes, pero al mismo tiempo su cruzada particular logrará acabar con un puñado de hijos de perra, salvar a Iris y devolverla a una sociedad a la que él, la antigua prostituta, y los malnacidos que han muerto, les importan poco más que la mierda que invade las calles.

Robert de Niro. (Taxi driver. Columbia Pictures. 1976.)
Taxi driver. (Columbia Pictures. 1976).
Taxi driver. (Columbia Pictures. 1976).
Taxi driver. (Columbia Pictures. 1976).
Robert de Niro. (Taxi driver. Columbia Pictures. 1976.)
Taxi driver. (Columbia Pictures. 1976).

La grandeza esa así, parece sencilla, pero como con todo lo que tiene que ver con Hitchcock, es mucho más de lo que parece.

Taxi driver y su belleza sucia, opresiva y decadente, son mucho más de lo que parecen. Son la poesía maldita y callejera de uno de los grandes maestros del cine como medio de expresión.

https://www.primevideo.com/detail/Taxi-Driver/0NUAA6MJAU7SIQTUIXG011VDJP

Feliz viaje de vuelta hacia la noche. #SHADOWSRULES

David Salgado.

©24 sombras por segundo. Marzo 2021.

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