DESEOS HUMANOS. (FRITZ LANG, 1954.)

FRITZ LANG EN AMÉRICA. EL ALUMNO QUE JAMÁS SUPERÓ AL MAESTRO. VOL II.

En 1954, con la película Deseos humanos, Fritz Lang revisó por segunda vez a Jean Renoir – la primera vez fue en 1945 con la película Scarlet Street, una adaptación de la novela de Georges de La Fouchardière, que a a su vez Renoir llevó al cine en 1931 con La chienne.

Solo un año antes, en 1953, Lang enseñó a América como se hacía cine negro con su película The big heat. Un año más tarde, con Gloria Grahame y Glenn Ford de nuevo a la cabeza, daría otra lección magistral.

Gloria Grahame y Glenn Ford. (Deseos humanos. Columbia Pictures. 1954.)
Gloria Grahame y Glenn Ford. (Deseos humanos. Columbia Pictures. 1954.)
Glenn Ford. (Deseos humanos. Columbia Pictures. 1954.)
Glenn Ford. (Deseos humanos. Columbia Pictures. 1954.)

DESEOS HUMANOS. ZOLA, RENOIR Y FRITZ LANG.

Con Deseos humanos, Lang enseña por enésima vez al mundo y los yankees como se hacen las cosas.
La bestia humana que Émile Zola concibió en su novela homónima fue filmada en tres ocasiones: Renoir la retrató por primera vez en modo naturalista en 1938. En 1957, Daniel Tynaire la llevaría al cine por última vez y en el término medio del calendario, Frit Lang llevaría en 1954 la bestia de Zola a la cima.

Edgar Buchanan. (Deseos humanos. Columbia Pictures. 1954.)
Edgar Buchanan. (Deseos humanos. Columbia Pictures. 1954.)

En Deseos humanos -fiel a sus costumbres- Lang se mimetiza de nuevo con el entorno para hacer lo que le dé la gana y reviste la historia con todo aquello que hace morder el anzuelo a la censura y el meapilismo norteamericano: tipo duro, mujer que se muere por sus huesos y mujer que deja en los huesos a cualquiera que se cruce en su camino.

Gloria Grahame. (Deseos humanos. Columbia Pictures. 1954.)
Gloria Grahame. (Deseos humanos. Columbia Pictures. 1954.)

Cuando tiene al público a huevo saca a gotear el colmillo y una vez más le da carta blanca a Gloria Grahame, y ella le da deseos humanos a la bestia. Recibe a Glenn Ford oculta en su guarida, esperando ansiosa la sangre que su instinto salvaje necesita.

Sin embargo se ve obligada a enfrentarse al lado humano de la bestia, los deseos que ha despertado son humanos, se rigen por normas que su naturaleza ignora. Cuando el cazador es humano puede fallar, puede sentir piedad, remordimientos e incluso ayudar a la presa a salvarse.

Gloria Grahame y Broderick Crawford. (Deseos humanos. Columbia Pictures. 1954.)
Gloria Grahame y Broderick Crawford. (Deseos humanos. Columbia Pictures. 1954.)

Glenn Ford desea a la bestia, pero es humano y estropea su plan, sin embargo, la bestia es humana y trata de comprender. En una secuencia memorable y una cima en cuanto a guión e interpretación se refiere, Grahame le pregunta a Ford acerca de sus motivos.

El plan era sencillo, tenía que dejarse llevar por un instinto que en realidad sólo posee ella, y aunque no lo comprenda debe aceptar las reglas del juego. Los deseos con los que cuenta para llevar a cabo sus planes son humanos, no hay lugar para la bestia.

Gloria Grahame y Glenn Ford. (Deseos humanos. Columbia Pictures. 1954.)
Gloria Grahame y Glenn Ford. (Deseos humanos. Columbia Pictures. 1954.)
Gloria Grahame y Glenn Ford. (Deseos humanos. Columbia Pictures. 1954.)
Gloria Grahame y Glenn Ford. (Deseos humanos. Columbia Pictures. 1954.)

Una vez más, Lang propone un juego de luces y sombras en el que no importa hacia donde se muevan las piezas, a nadie le toca ganar.

La parte humana mata a la bestia, los deseos mandan todo al carajo y Lang nos lleva de nuevo al desmayo previo al coma. El resto son trucos para engañar a la censura, y así conseguir que la censura nos permita ver al maestro haciendo lo que sabe hacer.

Gloria Grahame y Glenn Ford. (Deseos humanos. Columbia Pictures. 1954.)
Gloria Grahame y Glenn Ford. (Deseos humanos. Columbia Pictures. 1954.)

Al fin y al cabo, para enseñarle a una nación como hacer su propio cine, hay que ser una bestia humana.

https://www.filmin.es/pelicula/deseos-humanos

Feliz viaje de vuelta hacia la noche. #SHADOWSRULES

David Salgado.

©24 sombras por segundo. Marzo 2021.

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