ESPARTACO. (STANLEY KUBRICK, 1960.)

ESPARTACO. KIRK DOUGLAS VS STANLEY KUBRICK.

Por encima de todos los motivos por los que Kirk Douglas filmó Espartaco, hay uno: hacer justicia. Lo cierto es que Stanley Kubrick firmó a disgusto su película menos personal, y no sin motivos, pues el que posiblemente sea el mejor péplum desde los tiempos de Pastrone  y su grandiosa Cabiria, hasta nuestros días en los que aquello de “ya no se hacen películas así” es literal, para Kubrick no fue más que un encargo relativamente molesto.

Espartaco. (Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
Espartaco. (Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
Peter Ustinov, Nina Foch y Joanna Barnes. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
Peter Ustinov, Nina Foch y Joanna Barnes. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
Espartaco. (Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
Espartaco. (Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)

Y es que dios también fue joven y como tal también cometió errores propios de la juventud, él no quería hacer la película como la empezó Anthony Mann, no quería ser un artesano de Hollywood, y no lo fue jamás.

Sin embargo en este caso había elementos que nadie podría eludir.

Una superproducción sobre el imperio romano con la plana mayor del sistema clásico americano interpretando con el nivel teatral por las nubes es inevitablemente artesanal, épica, taquillera, espectacular y todo lo que hace gotear el colmillo a cualquier productor.

Y con la música de Alex North levantando del asiento y sacando la lágrima del espectador en el momento justo, lo es más todavía. Y punto.

Todo eso fue así, pero con un matiz crucial, ese mismo productor que sabía mejor que nadie lo que quería, cambió las cosas.

Charles Laughton. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
Charles Laughton. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
Jean Simmos y Kirk Douglas. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
Jean Simmos y Kirk Douglas. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
Laurence Olivier. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
Laurence Olivier. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)

YO SOY DALTON TRUMBO.

Mann y sus maneras se fueron a la mierda, (pero sus secuencias se quedaron, un productor no tira pasta), Kubrick entró pero ni él ni Charles Laughton pudieron tocar el empeño personal de Kirk Douglas por más que insistieron: el guión de una de las víctimas con mas sensibilidad y talento de la pérfida caza de brujas que sufrió el cine norteamericano durante la década de los cincuenta: Dalton Trumbo.

Jean Simmons y Laurence Olivier. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
Jean Simmons y Laurence Olivier. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
Jean Simmons. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
Jean Simmons. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
Espartaco. (Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
Espartaco. (Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)

Douglas se puso en la piel de Espartaco y se pasó la tiranía del opresor por el forro. Ni caza de brujas, ni lista negra ni hostias, el guión era magnífico, no se tocaría una coma y Dalton Trumbo firmaría con su nombre, y ni la opresión gubernamental ni la ira de dios le harían cambiar de opinión. A fin de cuentas, dios no figura -por primera y última vez- en una superproducción americana de estas características.

John Gavin y Laurence Olivier. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
John Gavin y Laurence Olivier. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
Espartaco. (Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
Espartaco. (Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
Kirk Douglas. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
Kirk Douglas. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)

Las cosas empezarían a cambiar para seguir igual. Douglas era un tipo honesto y valiente, tenía razón y con la ayuda de Peter Ustinov para lidiar con las divinidades británicas de Laurence Olivier y Charles Laughton, le regaló a la humanidad la demostración de que estaba en lo cierto.

Y a Stanley, que le den. Yo soy Espartaco, que coño. Dijo Kirk.

Guardo en mi caja de las pasiones cinematográficas dos secuencias de Espartaco. Una no es épica, ni monumental, ni taquillera, ni propia de una superproducción.

Es el resultado de esta ecuación: Douglas llamó a Kubrick, le dejó hacer hasta cierto punto, y Kubrick tuvo que ceñirse al guión de Trumbo, con lo cual la grandeza está ahí. Encerrada con Woody Strode y Kirk Douglas en la secuencia del combate a muerte. En ese silencio terrible previo a la muerte de la que uno de los dos no logrará escapar ese día.

Woody Strode. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
Woody Strode. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
Kirk Douglas. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
Kirk Douglas. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
Woody Strode. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
Woody Strode. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)

Trumbo escribió sin censura sobre el poder manejando a sus fieles y a sus enemigos, exprimiendo a unos y aniquilando a otros para el entretenimiento general.

Strode sólo tiene cuatro o cinco frases en la película con las que advierte a Douglas acerca del sentido de su vida y su destino, y Kubrick los mete a los dos en ese diminuto recinto alejado de la opulencia de la superproducción que espera fuera, ahí dentro el control es suyo, Douglas consiente, Strode comprende y guarda el silencio elocuente del que sabe que va a morir cuando eso de matar le falle.

Laurence Olivier. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
Laurence Olivier. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)

Para contar todo eso le basta con obedecer a Kubrick y mirar a Douglas diciéndole a gritos que ya se lo advirtió. Kubrick hace su película, Trumbo es libre y Strode hace que a la muerte le asome una sonrisa cruel y sarcástica mientras el tiempo se agota y el espectador se desmaya.

En cuanto a la otra secuencia -de esta dejo un enlace a pie de texto-  también me fijo en uno de esos pilares en apariencia irrelevantes que sostienen los templos en los que todo el mundo fija la vista. Kubrick lee a Trumbo y le dice a Laughton que en cuestión de un par de minutos le pondrán a Olivier el ácido úrico a la altura del Olimpo dando al traste con sus planes.

Sin duelos interpretativos entre glorias británicas ni artificios al uso.

Kirk Douglas y Tony Curtis. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
Kirk Douglas y Tony Curtis. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)

Graco dispone la derrota de Craso y la victoria de Espartaco.

 Varinia y Batiato se largan con la libertad bajo el brazo, y una vez solo, como uno de aquellos romanos honorables quienes sí hacían buen uso de la nobleza que los caracterizaba, Graco prepara su final cuidando la puesta en escena para decorar el drama.

Escoge el puñal más bonito y abandona la escena por última vez. La superproducción continua durante unos minutos más, pero Kubrick termina ahí su película.

Esa que nunca quiso para él. Pero el género y la humanidad sí la quisieron y la querrán siempre.

Kirk Douglas. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
Kirk Douglas. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
Kirk Douglas y Tony Curtis. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
Kirk Douglas y Tony Curtis. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
Kirk Douglas. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)
Kirk Douglas. (Espartaco. Bryna Productions, Universal Pictures. 1960.)

Douglas sigue con su película, pero el espectador ya se ha desmayado y entrado en coma. Habría más, pero Roma no volvería a tener ante ella un espejo en el que su reflejo fuese más veraz, crudo y hermoso.

Y es que Roma no paga a traidores, pero Kirk Douglas pagó a Dalton Trumbo. Gracias a los dioses.

Enlace a la secuencia: https://www.youtube.com/watch?v=qqCLMBJerNw

Película disponible: https://www.filmin.es/pelicula/espartaco

Feliz viaje de vuelta hacia la noche. #SHADOWSRULES

David Salgado.

©24 sombras por segundo. Marzo 2021.

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