EL LADO OSCURO DE LA LUZ.
Llegados casi a la mitad del siglo, Charles Chaplin demostró mediante su oscuro alter ego, Monsieur Verdoux, varias cosas…
Sabido es que el siglo XX es de por sí y gracias a quienes lo hemos construido, una pandemia, un acto suicida sin retorno, un agujero oscuro y cruel en el que perder la esperanza es difícil porque es casi imposible ganarla.
Sin embargo, no hay pozo sin fondo y sin filtraciones de luz, pequeñas fisuras por las que entra aire fresco, un bálsamo que alivia y aporta sentido a la existencia. Chaplin no fue sólo uno de los tipos que inventaron las películas, fue una de las luces que iluminaron uno de los siglos más oscuros de nuestra historia.
Pero con Monsieur Verdoux, Chaplin cambió el paso revistiendo a Charlot de comedia negra, cinismo y mala baba -aunque deja unos convenientes y acertados huecos por los que el vagabundo asoma-, la antigua crítica con formas dóciles y entrañables sigue ahí, pero Charlot cede el protagonismo a Chaplin.
La película más ácida y aparentemente deshumanizada de Chaplin aborda temas muy complejos, sin embargo, exponer su grandeza es muy sencillo.
MONSIEUR VERDOUX. EL EXTRAÑO CASO DE CHAPLIN Y MR. HYDE.
A partir de una idea original del mismísimo Orson Welles, el bombín y la inocente sátira dejan paso al misógino asesino en serie, ese que pese a todo mata para vivir y dejar vivir a su familia. El hambriento y simpático buscavidas se convierte -a esas alturas del siglo- en un asesino sofisticado y práctico.
América recela de Chaplin, y él le pone un espejo delante, devolviendo prejuicio por juicio: “Los números santifican, si matas a unos pocos eres un criminal, si asesinas a miles, eres un héroe”.
Con todo esto Chaplin demuestra -entre otras muchas cosas- que su grandeza está por encima de cualquier cambio. Es capaz de mostrar el camino con y sin sonido, vestido de vagabundo o respetable ciudadano, con la versión dulce de la comedia o la más amarga, la más asociada a la desesperación y la tragedia.
En cualquier caso -esté el mundo o no preparado- siempre será capaz de hacernos reír.
El mundo es cruel y estúpido, por eso Monsieur Verdoux fue una incomprendida total, además de propiciar el inicio del exilio americano de Chaplin, pero eso no resta ni un ápice de altura a una de las cimas del siglo XX.
Ese maldito siglo que cuando ya era un anciano cansado y moribundo víctima de sí mismo vio morir a uno de sus dioses benefactores.
Muchos años y unas cuantas películas maravillosas después de Monsieur Verdoux, un día de Navidad, fiel a su naturaleza Dickensiana, Chaplin se marchó cuando ya había conseguido quedarse para siempre.
Eso nos supera a todos y nos sume en el mejor de los desmayos previos al coma.
https://www.filmin.es/pelicula/monsieur-verdoux
Feliz viaje de vuelta hacia la noche. #SHADOWSRULES
David Salgado.
©24 sombras por segundo. Marzo 2021.