EL OJO DE CRISTAL. (ANTONIO SANTILLÁN, 1955).

EL CINE A BASE DE INFLUENCIAS. ANTONIO SANTILLÁN Y COMPAÑÍA.

Hoy es el turno de Antonio Santillán y su película El ojo de cristal, otro de esos nombres del cine español que permanecen en la sombra y el olvido cuando deberían estar bien a la vista.

El ojo de cristal. (IFI Producción, Oro Films. 1956.)
El ojo de cristal. (IFI Producción, Oro Films. 1956).

Vamos al lío.
De las trece películas que Antonio Santillán dirigió entre 1942 y 1966, al menos la mitad deberían formar parte de cualquier selección de grandes películas españolas.

Especialmente la que hoy ocupa su lugar aquí y que —en mi opinión— supone la cima de Santillán. Un tipo que, a pesar de tomar un camino mucho más orientado al Noir y el policíaco norteamericanos que al movimiento en cuestión, contribuyó en gran medida con la escuela de Barcelona y el posterior «nuevo cine español».

Se le reconozca o no, el oficio, talento, sensibilidad y especialmente la capacidad para aprovechar influencias y su valor vanguardista, son absolutamente admirables e inspiradores. Todo esto queda completamente demostrado en su película de 1955, El ojo de cristal.

El ojo de cristal. (IFI Producción, Oro Films. 1956.)
El ojo de cristal. (IFI Producción, Oro Films. 1956).

Pero vayamos por partes. Básicamente porque para hablar de esta película es imperativo detenerse en parte de su equipo. Empecemos por el guión desde sus orígenes.

El escritor norteamericano Cornell Wallrich es conocido a nivel literario por sus excelentes novelas negras y policíacas, y por uno de sus dos seudónimos: William Irish.

A nivel cinematográfico, se hizo universalmente famoso porque Hitchcock y Truffaut adaptaron sus obras al cine en tres ocasiones, el británico en Rear Window y el francés en The Bride Wore Black y Mississippi Mermaid.

Sin embargo, como ya sabemos, la calidad y el talento van más unidos al olvido que al reconocimiento.

Así, hubo otra gran adaptación al cine de un cuento de Irish, Through a Dead Man’s Eye. Esa película, rodada en España en 1955 y titulada El ojo de cristal fue adaptada por tres guionistas.

El ojo de cristal. (IFI Producción, Oro Films. 1956.)
El ojo de cristal. (IFI Producción, Oro Films. 1956.)

Ignacio F. Iquino se ocupó de los diálogos y el resto del guión quedó en manos de José Antonio de la Loma —sí, el de Perros callejeros, las películas del Vaquilla y un montón de Westerns de baja factura— y Joaquina Algars.

Sin embargo, y como bien puede apreciarse en el desarrollo de la película y las futuras obras de José Antonio de la Loma, el talón de Aquiles de esta película demuestra que, precisamente esos diálogos un tanto rancios y pueriles en cuanto a la forma, son más obra de José Antonio de la Loma que de Iquino, Algars, la obra original de Irish y las intenciones de Santillán.

No me malinterpreten, El ojo de cristal es una película maravillosa en todos sus aspectos, solo que ese pequeño «pero» en forma de un lenguaje acartonado resulta desconcertante y algo ridículo en ciertos momentos.

Por lo demás, sigamos camino hacia el interior de esta magnífica película adelantada a su tiempo y sus fronteras. Centrémonos un momento en el equipo de dirección y la música.

EL OJO DE CRISTAL. SANTILLÁN, NUNES Y EL TERCER HOMBRE.

En la entrada anterior hablamos de José María Nunes y su maravillosa película, Mañana… pues bien, desde su puesto de ayudante de dirección en la película de Santillán, Nunes adelantó dos años la influencia de El tercer hombre sobre su futura película y la volcó completamente sobre Santillán y El ojo de cristal.

El ojo de cristal. (IFI Producción, Oro Films. 1956.)
El ojo de cristal. (IFI Producción, Oro Films. 1956).

Esto, unido a la música de José Casas Augé  —claramente inspirada en la que Anton Karas compuso para la inmortal película de Carol Reed— no deja ninguna duda acerca de que las alargadas y anticipadas a los protagonistas sombras de El tercer hombre, planean sobre la película de Santillán y Nunes.

El ojo de cristal. (IFI Producción, Oro Films. 1956.)
El ojo de cristal. (IFI Producción, Oro Films. 1956).

Pero no sería la aplicación de las fuentes lo único que Nunes aportaría a la película, también ayudaría considerablemente a Santillán en la otra característica principal de esta película: la vanguardia.

Nunes demostró en Mañana… que bebe de las fuentes y genera deudas con los futuros directores a partes iguales.

Aquí, al servicio de Santillán hizo lo mismo. Es cierto que El ojo de cristal funciona como Noir y policíaco Yankee adaptado a las maneras españolas, es cierto que eso es mérito exclusivo de Santillán, también lo es que si la película se hubiese sustentado exclusivamente en su visión habría sido muy notable.

Pero al César, lo que es del César. Y aquí hay dos Césares.

El ojo de cristal. (IFI Producción, Oro Films. 1956.)
El ojo de cristal. (IFI Producción, Oro Films. 1956).

La película es de Santillán, cierto, pero la fuente de la que bebe y el toque vanguardista que eleva la película a la cima son cosa de Nunes. Basta con revisar sus respectivas filmografías para comprobarlo.

Y ahora, veamos de qué vanguardia estoy hablando.

Si pensamos en un grupo de niños que mediante una serie de insólitas y novelescas aventuras, resuelven un crimen y salvan la delicada situación de sus padres, nos viene directamente a la mente la película de Richard Donner, The Goonies.

El ojo de cristal. (IFI Producción, Oro Films. 1956.)
El ojo de cristal. (IFI Producción, Oro Films. 1956.)

Una película icónica, ochentera, con una gran inversión y un director magnífico con un oficio fuera de toda duda. The Goonies juega una carta cojonuda de una forma impecable. Niños tomando el mando y salvando el culo adulto a base de la iniciativa, sabiduría e inteligencia que aporta la imaginación. El hombre adulto refugiado en su lugar más seguro. La infancia.

Si pensamos en establecer la menor conexión entre la película de Donner y la de Santillán, entre un taquillazo Yankee ochentero y una modesta y olvidada película española rodada de forma independiente en 1955, a priori nos daría la puta risa. Y seguramente, a Donner también. Pero no todas las fuentes están a la vista, sin embargo, el que permanezcan ocultas no significa que no existan.

El ojo de cristal. (IFI Producción, Oro Films. 1956.)
El ojo de cristal. (IFI Producción, Oro Films. 1956.)

Una de las principales características de la obra de William Irish es la regresión forzosa a la infancia como clave para resolver los conflictos. Volver a la imaginación limpia de preocupaciones de un niño para estimular la inteligencia y resolver el misterio, es algo que vemos claramente en la inmovilidad y forzoso desarrollo de la imaginación de James Stewart en la adaptación de Irish que Hitchcock llevó a cabo en La ventana indiscreta.

Ningún adulto toma en serio los juegos infantiles a los que Stewart recurre en su aburrida inmovilidad. Pero finalmente, la imaginación e inteligencia infantiles resuelven el misterio. Igual que en la película de Donner. Igual que en la película —situada entre ambas— de Santillán.

El ojo de cristal es un laberinto que recorre las calles desiertas y espectrales de Barcelona durante una época social y económicamente deprimida. Santillán tira de Irish y plantea el Thriller policíaco con el modo yankee a la máxima potencia. Malo con gabardina y sombrero, actitud seductora y chica con más carácter y protagonismo de lo que los cánones —en esta ocasión franquistas en lugar de los regidos por el código Hays— nos permiten ver.

El ojo de cristal. (IFI Producción, Oro Films. 1956.)
El ojo de cristal. (IFI Producción, Oro Films. 1956).
El ojo de cristal. (IFI Producción, Oro Films. 1956.)
El ojo de cristal. (IFI Producción, Oro Films. 1956).

Crimen motivado por un dinero que todavía no existe, error derivado de un pequeño y aparente detalle al azar, policía agobiado por una relativa ineficacia y su anodina vida en familia ejemplar —atentos a la sátira continua hacia el modelo social español— todos esos elementos conducen la película por los cauces habituales —y tremendamente eficaces— del Noir tradicional.

El ojo de cristal. (IFI Producción, Oro Films. 1956.)
El ojo de cristal. (IFI Producción, Oro Films. 1956).

A mayores, el lenguaje ibérico impreso en el guión por De la Loma hace la película asequible al público patrio y aceptable para la estúpida maquinaria censora. Sobre el papel, El ojo de cristal es un serial radiofónico rodado con muy buen gusto. Pero falta algo. Y aquí irrumpe Nunes.

Esas calles espectrales sin luz eléctrica, húmedas, frías y hostiles, con un halo tan expresionista como neorrealista son el camino por el que —especialmente en el maravilloso último tramo de la película— las sombras importadas de El tercer hombre, esas sombras que aparecen antes que los protagonistas (como en la película de Carol Reed), acechan al espectador mientras aguarda en vilo a que todo acabe fatal. Esa es la primera aportación de Nunes. La fuente.

Vamos con la segunda. La vanguardia.
Los niños son el epicentro de la película. Hitchcock recurrió a la infancia sin niños, pero Santillán y Nunes —y a la postre Donner— roban toda la autoridad y capacidad de acción y reacción a los adultos para dejarlo todo en manos de los verdaderos héroes.

El ojo de cristal. (IFI Producción, Oro Films. 1956.)
El ojo de cristal. (IFI Producción, Oro Films. 1956).

En el ojo de cristal el mal es adulto, la incomunicación familiar, el matrimonio muerto en vida, el maltrato y asesinato de las mujeres, la ambición cruel y desmedida, el robo, el crimen, la frustración, el miedo, la incompetencia, las calles pobres, miserables y frías, la desesperación… todo pertenece al mundo adulto.

Solo la inteligencia desarrollada a partir de la imaginación y la incansable determinación infantil guiarán al espectador hacia la única salvación posible para los —irónicamente— problemas causados por la inexorable metamorfosis del niño en adulto.

Santillán y Nunes ofrecen al espectador la salvación.

El inicial grupo de niños termina reducido a un valiente, visionario e inquebrantable dúo. Como si fuese la última oportunidad para lo único que puede salvar al mundo de sí mismo, la imaginación e inteligencia infantiles se enfrentan a través de las sombras hostiles en las que Santillán sume a la ciudad, se enfrentan al mal. Al olvido al que los adultos han sometido su mejor parte.

Pero la imaginación y la inteligencia son tenaces y valientes. El ojo de cristal es un cuento, y fiel a su naturaleza, da una tregua al último refugio que nos queda. Lo que fuimos y nunca deberíamos dejar de ser. Niños, valientes, soñadores e inteligentes.

El ojo de cristal. (IFI Producción, Oro Films. 1956.)
El ojo de cristal. (IFI Producción, Oro Films. 1956).

Como adultos, no debemos olvidar esto jamás. Como espectadores, debemos recordar siempre esta película. Igual que los niños, es mucho más de lo que parece y genera una deuda que difícilmente ninguno de nosotros podrá pagar.

Ni siquiera Richard Donner y Los Goonies, se reconozcan aquí o no.

En mi opinión esta película es una grandeza.

Feliz viaje de vuelta hacia la noche. #SHADOWSRULES

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David Salgado.

©24 sombras por segundo. Mayo 2021.

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