THE DAMNED. VIENTOS SUAVES DEL NORTE.
The Damned, la película firmada por Thordur Palsson —que salvo por el título y el año de producción nada tiene que ver con el Film de Roberto Minervini—, aproxima polos opuestos tanto a nivel geográfico como teóricamente cinematográfico. La ambientación y en cierto sentido el espíritu de la película son fieles al cine nórdico, pero la producción es indudablemente estadounidense, algo que aunque en principio no debería suponer un problema, sí lastra ligeramente la película, pues el viento del norte impregna las imágenes, pero sopla con más suavidad de la que cabría esperar.
Todo lo que muestra la fotografía de Eli Arenson va en consonancia con la música de Stephen McKeon y el diseño de producción de Frosti Fridriksson —y sus correspondientes departamentos de arte y vestuario— todo lo que vemos y oímos a nivel sugerente es impecable. Es decir, la película resulta fascinante a nivel visual, y el ambiente de cuento marítimo e invernal de terror atrapa al espectador a lo largo del primer tramo y mantiene su virtuosismo técnico durante toda la película.
La narrativa de base es nórdica. La producción estadounidense. En teoría deberíamos asistir a una película abrumadora, pero la filosofía de las producciones del «Tío Sam» no aporta sin lastrar a cambio.
Así, el viento gélido del norte se aprecia como el aliento de la muerte que procede del mar, y se oye como un lamento lejano, como el aullido que más se manifiesta a modo de promesa ominosa que de realidad visible.
Este grupo de condenados, de malditos cercados por la soledad y la inmensidad insondable del mar generan una magnífica sensación de anticipación, de preámbulo a una gran obra, pero irónicamente —como en todo cuento de terror— la promesa tiene más valor que la realidad, solo que aquí la insinuación no juega exclusivamente a favor de la película.
CUENTOS DE INVIERNO Y ECOS DE JOHN CARPENTER.
Entre La niebla y La cosa —dos de las obras capitales de John Carpenter— parece deambular el espectro invernal que Palsson invoca en su película.
Sujetos por su respeto ritual y el deseo silenciado hacia Eva (Odessa Young), una viuda que vive aislada con lo que parece el último reducto humano entre el mar y la tierra de hielo, un grupo de pescadores sometidos al invierno hasta el próximo cambio de estación comparte su soledad —y su hambre— con la viuda que ejerce un liderazgo tácito sobre la comunidad, y con Helga (Siobhan Finneran), un personaje que ha de ejercer forzosamente el papel de una nueva Casandra cuando el mar lance su profecía sobre la tierra.
Tanto las condiciones climatológicas como la yerma extensión nevada que se extiende entre las montañas y el mar forman un lienzo del que Palsson obtiene un gran rendimiento a la hora de presentar la situación y los personajes. Condenados al frío y el silencio, Palsson intercambia las paletas de la fotografía de Areson (su trabajo en los exteriores es fantástico) para ofrecer una tregua tanto al espectador como a los personajes en el relativamente cálido ambiente del interior de la cabaña en la que la camaradería logra paliar levemente los poderes que rodean la escena.
Pero la paz se disipa al poco tiempo. En la línea del horizonte, atrapado en las escarpadas formas de una rocas que emergen del mar, un barco naufraga. Los pescadores, Eva y Helga contemplan la tragedia mientras las voces de los futuros muertos en el mar llegan a tierra. La superstición y la carencia de alimentos se alían en favor de la supervivencia; aquellos que permanecen en tierra no deben interferir en los designios marinos, y si el grupo quiere mantener sus opciones para subsistir hasta la próxima estación debe reservar los recursos.
La literatura y el imaginario decimonónicos marcan el paso de la película, el preámbulo a la fatalidad respira a ritmo lento, y cuando el grupo decide dejarse llevar por la necesidad y acude en busca de los restos del naufragio que puedan resultarles útiles el terror marítimo entra en escena, pero la acción —a merced del aliento gélido— transcurre lentamente, lo suficiente como para permitir al espectador retener el rostro del fantasma que el mar no tardará en devolver a tierra. Así en entran en escena los «Draugr», una figura de la superstición local que regresa de su propia tumba si no se toman ciertas precauciones.
La historia sigue su curso de la forma clásica que marca el terror gótico o incluso el «Folk-Horror», espectros que regresan de otra dimensión cuando los humanos transgreden las normas telúricas, o en este fascinante caso en concreto, marítimas. Los ecos de La niebla de Carpenter suenan con fuerza en el viento gélido que pronto penetrará en las mentes de los protagonistas aislados y cercados por el invierno, como en La cosa, la otra gran referencia «Carpenteriana» que marca la película de Palsson.
Con semejantes mimbres —una fotografía fascinante que todo parece convertirlo en un lienzo propio del paisaje romanticista, fantasmas extraídos de la literatura gótica y marítima que el mar hace caminar de nuevo sobre la tierra, y un reparto secundario sólido como uno de los acantilados testigos del naufragio— parece imposible que The Damned no se alce como una de las reinas del género en esta temporada. Pero lamentablemente la película pierde fuelle en su recorrido hacia el desenlace.
Tras la prolongada y fantástica presentación y la expectación que Helga y sus ignoradas profecías sobre los «Draugr» despiertan, la película —salvo por algunos recursos visuales de lo más acertado que juegan a favor de la alucinación colectiva y las ilusiones con las que los espectros juegan en la bruma (de nuevo Carpenter impone su presencia)— pierde gran parte de su fuerza, tornando su contención tan bien manejada inicialmente en una interpretación cada vez más anodina por parte de Odessa Young, y un duelo entre su personaje y el fantasma cuyo vigor también palidece a medida que, irónicamente, el fuego cobra protagonismo ante el invierno.
Pese a su tramo final, The Damned atesora virtudes suficientes como para contemplar este más que interesante lienzo sobre un cuento de terror invernal que transcurre en el lugar más fascinante de la tierra y que, pese a su inmensidad, todavía espera que sus misterioso poder sea abordado en favor del género fantástico y de terror.
TRÁILER de la película:
https://www.youtube.com/watch?v=1itnHQHgxUI&ab_channel=Vertical
Feliz viaje de vuelta hacia la noche. #SHADOWSRULES
David Salgado.
©24 sombras por segundo. Enero 2025.