STRANGE DARLING.
LOVE HURTS, LOVE SCARS…
«Love Hurts, Love Scars…», esas palabras originarias de la canción de Nazareth suenan renovadas en una versión para Strange Darling, uno de los puntos álgidos en el Thriller y el cine de terror de la presente temporada.
La forma y el fondo que caracterizan la película no son una novedad en el cine de JT Mollner. En sus cortometrajes The Red Room (2008), Henry John and the Little Bug (2009), Flowers in December (2015) y su primer largometraje, Outlaws and Angels (2016), los colores, las carreteras y caminos por los que huir hacia un refugio, y los personajes que caminan sobre el filo son elementos constantes aplicados con acierto en la mayor parte de los títulos, y que en esta aventura insólita cristalizan en una magnífica miscelánea de géneros, personajes y emociones a favor de la acción.
Pues de eso se trata en Strange Darling, de una acción que transcurre en múltiples direcciones a un ritmo que aun cuando reduce la velocidad al mínimo conduce a los personajes y la atención del espectador al límite.
THE LADY, THE ROAD & THE DEMON.
La función se abre en blanco y negro, con el rostro de Kyle Gallner (The Demon) mirando hacia una voz que oculta su identidad y pregunta al personaje si es un asesino en serie. Tras revelar que la película ha sido rodada íntegramente en 35mm, aparece en pantalla información relativa a una ola de crímenes cometidos por un asesino en serie.
Después suena la mencionada versión de Love Hurts, mientras el blanco y negro se desvanece en favor del color, y de la línea del horizonte surge The Lady (Willa Fitzgerald), una mujer que huye y parece directamente extraída del universo de Robert Rodríguez y Quentin Tarantino en Death Proof y Kill Bill.
A medida que su rostro se acerca a la cámara, revela una grave herida —que no por casualidad recuerda a cierto personaje de Reservoir Dogs— y tras los nombres de ambos protagonistas aparece en los créditos la mismísima Barbara Hershey.
A continuación, por una de las incontables y míticas carreteras estadounidenses dos coches protagonizan una persecución mientras suena una canción totalmente acorde con el título y lo poco que hemos podido ver de la narrativa de la película. Y en contraste con el cielo azul, recurriendo a una sobria combinación de rojo y negro, Strange Darling se anuncia como un Thriller en seis capítulos.
Un inofensivo Ford Pinto marcado por el color rojo huye conducido por The Lady, que parece sincronizar su desesperación y fragilidad con la del automóvil. Huye de una poderosa e implacable Ford Pick Up de color negro, conducida por The Demon, quien se muestra implacable en su persecución. La música intensifica su influencia y acelera el pulso de la acción; de pronto, en rojo y negro sobre uno de los Nocturnos de Chopin sonando de fondo se anuncia el capítulo tres, en el que se formula una nueva pregunta: «¿Pueden ayudarme, por favor?»
La persecución continua, y tanto la debilidad como el poder de ambos protagonistas se acentúa. El pequeño e inofensivo Ford Pinto apenas logra mantener la distancia con la monstruosa Pick Up, cuyo conductor estimula todavía más sus intenciones mediante el consumo de drogas. Sin reducir ni un ápice el ritmo de la acción, The Demon detiene su vehículo, dispara un arma y alcanza el objetivo. El coche en el que The Lady trata de huir se sale de la carretera, The Demon trata de arrollarla, pero ella logra esquivarlo y emprende una nueva huída a través del bosque.
La persecución cambia el estruendo de los motores en la carretera por las respiraciones apenas contenidas en el silencio y la quietud del bosque.
The Lady combina la imagen frágil y desesperada que había mostrado en el interior del coche con una faceta fuerte y decidida a curar sus terribles ideas y sobrevivir a toda costa, con lo cual despierta empatía con el espectador por partida doble, tanto por su fragilidad como víctima como por su determinación como superviviente. Por su parte, ahora a pie y armado con un rifle, The Demon no ceja en su empeño en asesinar a The Lady.
El bosque conduce a la víctima a una linde artificial, una valla que delimita el contorno de la propiedad privada que no duda en invadir para obtener ayuda. Pero hay algo extraño, una serie de altavoces distribuidos por el terreno hablan acerca de una secta y la presencia de un Bigfoot.
The Lady alcanza la casa y llama a la puerta, Frederick (Ed Begley Jr.) y Genevieve (Barbara Hershey), una pareja de ancianos reciben a The Lady —y tras un momento que parece recordar por partida doble al icono norteamericano American Gothic (el cuadro de Grant Wood y la película de John Hough)— The Lady cierra el capítulo de la misma forma en que comenzó: «¿Pueden ayudarme, por favor?»
El quinto capítulo comienza. The Demon busca a The Lady en el interior de la casa que, de nuevo, tiene el rojo como color dominante. Aunque parece increíble, apenas han transcurrido quince minutos durante los cuales la película ha recorrido a un ritmo vertiginoso los terrenos de las Road Movies, el Thriller, el Survival y la Home Invasion, asociando todos sus recursos al terror, desde el punto de vista de la angustia padecida por la huída constante de la víctima.
Es decir, Strange Darling no ha hecho más que comenzar y ya es un punto álgido del Grindhouse y el Exploitation moderno, renunciando muy acertadamente a los factores del género que podrían arruinar una película sensacional en el más amplio sentido de la palabra.
El resto de capítulos aparecen siguiendo el mismo desorden temporal hasta que la verdad se revela al espectador, que asiste a una de esas películas en las que nadie quiere saber qué ocurrirá exactamente porque disfruta al máximo del juego. Un juego de roles, trucos, luces de neón y colores saturados en el que la protagonista se transforma en The Electric Lady para dejar de huir y luchar con todas sus fuerzas contra The Demon.
Esta película es lo que parece y deja atrás sus apariencias para llegar mucho más lejos de lo que parece, tanto como para convertirse en una excepcional crónica sobre la ausencia total de esperanza y asideros que un personaje puede padecer, pero sin renunciar en ningún momento a brindar diversión a raudales.
Con Strange Darling solo es posible dejarse llevar y disfrutar de la miscelánea de géneros y el Pulp elevado a la máxima potencia.
The Electric Lady, The Road & The Demon…
https://www.youtube.com/watch?v=XfAmu7yhnLA
Feliz viaje de vuelta hacia la noche. #SHADOWSRULES
David Salgado.
©24 sombras por segundo. Octubre 2024.