EL ARQUEÓLOGO OSCURO.
Indiana Jones y el templo maldito ocupa -en mi opinión- el lugar más alto de la trilogía clásica. Y lo hace por una razón especial que la diferencia significativamente de las otras dos. El templo maldito oculta en sus pasadizos secretos algo que no cabía ni en el arca de la alianza ni en el cáliz de la última cruzada. La ausencia total de referencias cristianas, lo cual alza el guión -y toda la película- a la cima de las aventuras.
Vamos al lío para desarrollar esto.
Posiblemente influidos por la difícil época vital que tanto George Lucas como Spielberg atravesaban, ambos decidieron darle a la segunda parte del arqueólogo un enfoque mucho más oscuro que al resto de las entregas, algo que a la postre resultó ser una magnífica idea.
UN INDIANA JONES SACRÍLEGO.
A través de los antiguos pasadizos, de oscuras y primitivas creencias, de la magia negra y las sombras condenadas de los esclavos sometidos a los cultos ancestrales del templo maldito, Spielberg nos guía al punto álgido del cine de aventuras, a la reinvención y máxima potencia de los clásicos que abrieron el camino de la capa y espada, de los misterios insondables, del tipo atractivo y la chica que quita el aire, de lo que hicieron los Jacques Tourneur, George Sidney, Michael Curtiz, etc…
Spielberg hizo todo eso renovando precisamente ese aire con un guión y ritmo vertiginosos que no decaen ni un segundo. Los oscuros y ancestrales caminos por los que Indiana Jones corre esta aventura, extienden su trazado por el lejano, exótico y pagano oriente. Muy lejos de la cristiandad.
En la secuencia que abre la película, el film noir y el cine pre-código Hays reciben un bonito y sentido reconocimiento en color por parte de Spielberg. Despúes, a medida que avanza la película, el homenaje retrocede en el tiempo. Los siniestros corredores rinden -mediante la maravillosa y tenebrista fotografía de Douglas Slocombe – un bonito tributo al terror propio del expresionismo que podemos apreciar claramente en el interior del templo.
Todo esto adornado con frases que en otras manos no pasarían de clichés rancios, pero que bajo la varita del mago del blockbuster sacan la sonrisa cómplice del espectador. Un espectador que disfruta como un gorrino en el barro, huye, sangra, tiembla y corre metido en la piel de Harrison Ford, hasta que por fin baja de la lámpara del techo, recompone la cabeza que le explotó y ya relajado de nuevo en su asiento, se desmaya antes de entrar en coma.
Allí, donde retendrá su infancia para siempre, el espectador cae bajo el hechizo eterno de la aventura más grande jamás filmada.
https://rakuten.tv/es/movies/indiana-jones-y-el-templo-maldito
Feliz viaje de vuelta hacia la noche. #SHADOWSRULES
David Salgado.
©24 sombras por segundo. Marzo 2021.