VEN Y MIRA. (ELEM KLÍMOV, 1985).

ELEM KLÍMOV.

DE LA ASCENSIÓN AL INFIERNO.

Ven y mira es un réquiem oscuro y sin tregua dedicado a Larisa Shepitko por parte de Elem Klímov, el superviviente a la desgraciada y prematura muerte de su esposa, la responsable de la grandiosa La ascensión.

Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).

Si bien el homenaje oficial de Klímov a Shepitko fue el dirigir por ella la película Adiós a Matiora (1983), el reconocimiento más sentido se materializó en la que posiblemente sea la película bélica que menos paz transmite al espectador.

Elem Klímov fue un narrador excepcional, su vena satírica es ágil y valiente, tanto para atacar como para esconderse de la censura y la represión que las dictaduras suelen emplear contra aquellos que consideran sus enemigos., algo especialmente notable en las incisivas Aventuras de un dentista (1965) y  Bienvenidos, o prohibida la entrada a los extraños (1966).

Sin embargo, la incómoda naturaleza de Klímov que despertó la furia de la censura, fue supeditada a su talento y sensibilidad descomunales, algo que la maquinaria soviética vio como un filón a explotar para el cuarenta aniversario de la derrota alemana en la Segunda guerra mundial.

Pero Klímov se rebeló contra los deseos de la madre Rusia, basando su película en la Masacre de Khatyn, un episodio olvidado en el que —según la película— 628 aldeas fueron incendiadas con sus habitantes dentro durante la invasión alemana de Bielorrusia, en 1943. Así, Ven y mira se alejó del partidismo y la propaganda que el gobierno soviético esperaba de Klímov, quien se volcó en mostrar el lado salvaje y terrible del legado de su esposa, Larisa Shepitko.

Ven y mira es, ante todo, el lado oscuro de La ascensión.

VEN Y MIRA. EL TERROR BÉLICO.

El horror como síntesis del la guerra es un mito cinematográfico gracias a la obra maestra de Coppola, Apocalypse Now. Sin embargo, ese horror se basa en un viaje filosófico y existencial hacia el corazón de las tinieblas en busca de la redención.

La incursión de Coppola en las sendas de Joseph Conrad supuso una de las mejores películas de la historia en general, no solo del género bélico; pero maneja códigos exclusivamente anglosajones, como es habitual.

Sin embargo, Klímov, unos de esos poetas malditos que viven al este del Edén, no maneja el mismo lenguaje. Tal vez por eso su poesía tétrica, su ritmo retenido en el tiempo y sus colores pálidos que parecen expandir la enfermedad más allá de la pantalla, hagan de Ven y mira la única película bélica de terror, la única que muestra la guerra en su verdadera esencia: el terror que siembra allá por donde pasa.

Si Shepitko narró en La ascensión un cuento de fantasmas y tribulaciones existenciales acerca de la libertad de elección aun siendo prisioneros del horror, recurriendo a un hermoso y sutil blanco y negro, Klímov elude completamente la sutileza, arrojándose al abismo. Ven y mira plasma —a modo de pinturas negras de Goya— el color de la angustia, de la suciedad y la sangre, haciendo de la repulsión que desprenden sus imágenes algo tangible.

Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).

El rechazo y la desazón que provocan alcanzan el terreno físico, algo que hace de la película un logro sin parangón. Nadie, en el terreno bélico y filosófico ha logrado —ni antes ni después— generar una sensación de malestar físico reservado al cine de terror más gráfico y agresivo. Sin embargo, es justo decir que aunque la película de Klímov es única, no camina sola en lo que a influencias se refiere.

Además de suponer el lado oscuro de La ascensión, la narrativa visual y la estética de la película —especialmente en su primer tramo y en los aspectos más documentales de sus paisajes— beben muy significativamente del imaginario de Andrei Tarkovsky (especialmente de sus películas en color), en lo que respecta al retrato de la naturaleza muerta tras el paso de la guerra, y la belleza onírica del interior de los bosques como último refugio para los sentidos, la razón y, sencillamente, la sensación de paz.

Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).

Ven y mira bebe de sus fuentes, y ofrece treguas efímeras en las que vivir podría ser una realidad, pero son como el arco iris bajo el sol y la lluvia: reales, pero una breve ilusión. La guerra y sus consecuencias, son el terror. Esa es la naturaleza de la película.

La premisa de la película también establece ciertos paralelismos con la etapa en blanco y negro de Tarkovsky, concretamente con La infancia de Iván. Klímov también enfrenta un niño en solitario a la guerra sobre suelo ruso.

Flyora Gayshun (Aleksey Kravchenko), un muchacho de catorce años, encuentra un viejo rifle durante la invasión de Bielorrusia por parte de los nazis, y a modo de ambiguo punto de inflexión, Klímov deja inmediatamente atrás la infancia del protagonista, que emprenderá una brutal y paulatina metamorfosis desarrollada e base a una serie de encuentros y terribles acontecimientos.

Tras ese crucial y significativo encuentro con un arma que actúa como simbólico elemento detonador, Flyora se encuentra con un grupo de partisanos a los que intenta unirse, y aunque no logra llevar a cabo su misión, la anticipación con la que se desarrollarán los acontecimientos, provoca su encuentro con Glasha (Olga Mironova), una muchacha con la que establecerá un fuerte vínculo y por la que sentirá una incipiente atracción.

Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).

La vida para Flyora transcurre deprisa…

Tras una serie de bombardeos, Flyora pierde parcialmente el oído y se separa de Glasha, y como uno más de los fantasmas que caminan a la deriva por las sendas de la guerra, vaga sin rumbo hasta que encuentra una aldea arrasada por los nazis, en la que reúnen a la población en la plaza con la falsa intención de identificarlos.

A partir de ese momento, Klímov rompe todas las barreras imaginables y la narrativa de la película se expande de forma incontenible. Flyora cae definitivamente en manos de la guerra, y la metamorfosis se apodera vertiginosamente de su cuerpo y su mente.

Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).

El niño envejece, transformándose rápidamente en un anciano cansado y sin más consuelo que la violencia sin razón. La rabia y el miedo son lo único que alberga su mente, la paz y el amor por Glasha parecen viejos recuerdos que las lágrimas, el barro, la sangre y las llamas desdibujan y retienen más allá de un horizonte que la vista ya no logra alcanzar.

Ven y mira, sugiere Klímov. Pero quien lo haga no verá más que fantasmas. Espectros que se diluyen en el aliento de la guerra, tanto los vencedores cono los vencidos, los agresores y las víctimas, soldados y campesinos… todos se aparecen como visiones grotescas en una lucha en la que la que la victoria es imposible.

Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).

Flyora, ya transformado en un fantasma para siempre, se reencuentra con Glasha cuando el amor ya es imposible. Ella también se ha convertido en un espectro consumido por la suciedad, la sangre y las lágrimas. El fuego del infierno al que Klímov descendió para honrar la ascensión de su esposa perdida arde sin cesar.

Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).
Ven y mira. (Mosfilm, Belarusfilm, 1985).

No habrá tregua. No habrá paz. No volverá la juventud ni el esplendor en la hierba. La guerra según Elem Klímov es una película de terror. Ven y mira…

https://www.filmin.es/pelicula/ven-y-mira 

Feliz viaje de vuelta hacia la noche. #SHADOWSRULES
David Salgado.
©24 sombras por segundo. Noviembre 2022.

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